La cabra palmera es una raza caprina autóctona de la isla de La Palma, en las Islas Canarias, España. Se trata de una raza de origen prehispánico, con una historia ligada a los aborígenes palmeros (auritas), quienes la utilizaban como base de su economía y alimentación. Esta cabra está especialmente adaptada a las condiciones climáticas y orográficas de la isla, lo que la hace muy rústica y resistente. Su principal aptitud es la producción lechera, destacando por la alta calidad de su leche, ideal para la elaboración de quesos artesanales, como el famoso Queso Palmero con Denominación de Origen.
Características principales:
• Aspecto: Es un animal eumétrico, longilíneo y equilibrado, con un perfil subcóncavo o recto. Los machos presentan una cornamenta en espiral muy llamativa, mientras que en las hembras es más discreta. Su capa predominante es de color rojo, con variaciones en tonalidades, aunque también se observan combinaciones con negro y blanco, menos frecuentes.
• Producción lechera: La cabra palmera tiene una lactación media de unos 239 días, con una producción aproximada de 526,31 kg de leche. Su leche es rica en grasa (5,35%) y proteína (4,31%), con elevados niveles de alfa-caseína, lo que la convierte en una de las mejores razas para la producción de queso.
• Sistema de cría: Se mantiene en un sistema tradicional semiextensivo. Las cabras suelen estar en semiestabulación, saliendo a pastorear diariamente y siendo ordeñadas una vez al día. Este método aprovecha los recursos forrajeros locales y refleja las costumbres ganaderas de la isla.
Historia y conservación:
La cabra palmera tiene influencias tanto de las poblaciones caprinas prehispánicas como de razas del suroeste de la Península Ibérica, debido a las rutas marítimas históricas. Hasta hace unos 50 años, convivían en la isla cabras silvestres (“jairas”) y domésticas (“guaniles”), y los cruces entre ambas han influido en su carácter y rusticidad. Actualmente, está clasificada como una Raza Autóctona de Protección Especial y se estima que hay unos 8.000 ejemplares en La Palma y aproximadamente 500 en Tenerife.
La Asociación de Criadores de Cabras de Raza Palmera, fundada en 2007, trabaja para preservar su pureza genética y mejorar su productividad, mediante programas como el genotipado de machos para la alfa-S1-caseína y la gestión del Libro Genealógico. A pesar de estos esfuerzos, sigue considerándose una raza en peligro de extinción, lo que resalta su valor cultural y genético para la isla.
En resumen, la cabra palmera es un símbolo de la tradición ganadera de La Palma, valorada por su adaptación al entorno y su excelente rendimiento quesero, siendo un patrimonio vivo que combina historia, sostenibilidad y calidad.