La caña de bambú es conocida por ser un material muy resistente y duradero. Su longevidad depende de diversos factores, como el cuidado y el ambiente en el que se encuentre. En condiciones adecuadas, una caña de bambú puede llegar a durar varios años. A la hora de cosechar el bambú, se recomienda hacerlo cuando la luna está en menguante, es decir, a los dos o tres días de que la luna haya estado llena. De esta manera se logra que la caña dure mucho más tiempo sin problemas de afección de hongos, y además su dureza va a ser mucho más prolongada en el tiempo. El bambú es la planta con mayor velocidad de crecimiento del mundo. Las plantas de bambú crecen entre 5 y 20 centímetros cada día. Los pescadores utilizaban cañas de bambú desde principios del siglo XIX, y a mediados de siglo eran las preferidas por muchos de ellos debido a su resistencia y sensibilidad. En la década de 1950 aparecieron nuevos materiales y los pescadores empezaron a abandonar el bambú.