Halloween
En la noche de este 31 de octubre algunos pequeños y mayores celebran Halloween, una de las fiestas más divertidas del año y que más sustos garantiza.
El término 'Halloween' proviene de 'All Hallows' Eve' que, traducido a nuestro idioma, significa 'Víspera de todos los Santos'. Otras formas de referirse a esta festividad son 'Samhain' o 'Noche de Brujas'. Estados Unidos es, sin duda, el país más desmesurado y curioso a la hora de celebrar Halloween pero los orígenes de esta festividad no se encuentran al otro lado del charco, sino que se quedan en nuestro continente, gracias a los celtas. Los celtas creían que en la festividad de Samhain las líneas que separaban el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se estrechaban hasta el punto de que ambos podían converger, permitiendo que los espíritus pudieran llegar al plano terrenal. De hecho, los celtas invitaban a los familiares ya fallecidos e intentaban ahuyentar a los espíritus malignos, usando trajes y máscaras para asustarles. Esta festividad meramente pagana comenzó a transformase cuando el cristianismo intentó a Halloween, asumirla en su calendario. Concretamente, los papas Gregorio III (731-741) y Gregorio IV (827-844) intentaron suplantar Samhain por el Día de Todos los Santos, que anteriormente se celebraba el 13 de mayo. No obstante, el auge de Halloween llegaría en los siglos venideros. A mediados del siglo XIX, desembarca en el continente americano gracias a los numerosos inmigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos y Canadá. Allí es donde 'nace' el Halloween que todos conocemos a día de hoy. Los irlandeses difunden al otro lado del Atlántico costumbres como el conocido 'truco o trato', en la que los celtas creían que un espíritu maligno iba de casa en casa durante esta noche pidiendo 'truco o trato', si el trato no se cerraba, el espíritu realizaría un truco maldiciendo a los habitantes de esa casa.