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Visita nocturna al cementerio de Santa Cruz de La Palma
VISITA NOCTURNA AL CEMENTERIO DE SANTA CRUZ DE LA PALMA
El Cementerio de Santa Cruz de La Palma, Islas Canarias, data del año 1821. A la primigenia planta rectangular, con disposición de calles y pasos a la francesa, se fueron añadiendo con el tiempo otros pisos, patios y nichos que lo han acrecentado notablemente en sucesivas reformas.
El arte funerario, presente en todo tipo de tumbas, panteones y cruceros, conforman, a pequeña escala, un manual al aire libre de los estilos arquitectónicos y escultóricos de los siglos xix y xx, destacando, entre ellos, el mausoleo de José Ana Rodríguez González, muerto en 1878. Entre los personajes foráneos cuyos restos mortales descansan en el Cementerio de Santa Cruz de La Palma, merecen citarse los nombres del pintor expresionista Bruno Brandt, el del domador de leones Mr. Sabas y el de José María Quero Ruiz, marido de la escritora china San Mao, seudónimo de Chen Ping. (Vídeo: Visita nocturna al cementerio).
Historia del origen del cementerio de Santa Cruz.
Los enterramientos se hacían siempre en la Parroquia de El Salvador, en las iglesias de los conventos y en los demás templos de la población, según la voluntad de los testadores o la devoción de sus familiares. Las familias presentaban ante el Vicario las últimas voluntades del finado para ser enterrado en una y otra iglesia. Estas cobraban según el lugar donde fuera enterrado. Entre los muchos archivos que se encuentran en La Palma, cabe destacar el ocurrido el 25 de Julio de 1800 cuando se instruyeron diligencias a probar la voluntad de Don Juan Pérez García vecino de San Telmo. La última voluntad de don Juan era ser enterrado en la capilla del Rosario del convento Dominico a lo que el Vicario de El Salvador se negó rotundamente ya que de lo contrario el beneficio no quedaría en su iglesia. Un año después de dar sepultura a don Juan en El Salvador, los monjes del convento de Santo Domingo ganaron el pleito ante el obispado, por lo que el cadáver debería ser exhumado y trasladado al siguiente año a una nueva tumba siendo la fecha elegida el 12 de febrero de 1802. El entonces Vicario de El Salvador don Pedro Morera, enfadado con tal decisión se adelantó a la fecha e hizo llamar a Salvador Acosta, carnicero de la ciudad de Santa Cruz de La Palma para que descuartizara el cuerpo y lo trasladara en una pequeña caja al convento franciscano. Al exhumar el cuerpo, el carnicero se dio cuenta de que estaba completo y enterito por lo que utilizó sus herramientas para descuartizar los miembros con el fin de que cupieran en el nuevo féretro. La familia de Don Juan se dio cuenta de este acto y denunció ante la justicia ordinaria (alcalde Mayor). El pueblo se enteró de dicho asunto y "provocado" por qué las herramientas utilizadas eran las mismas con la que se cortaba la carne para el consumo humano protestaron ante el Ayuntamiento y el alcalde Mayor. No tuvo otro remedio que ordenar romper los cuchillos y que estos fueran expuestos en la plaza pública (Plaza de España). Estos repetidos escándalos hicieron que el Ayuntamiento de la capital tomara medidas para crear un nuevo cementerio general fuera de las iglesias y los conventos. 9 meses después de tal cruel suceso, se inaugura el 19 de noviembre de 1821 a las 10:00 horas el actual Camposanto.