Paraje de Llanos Negros y Quemados Uva malvasía en el Paraje de Llanos Negros. Fuencaliente. La Palma. La viña que sobrevivió a la plaga de filoxera que arrasó dos terceras partes de los viñedos de Europa en el siglo XIX, resguardada en el Paraje de Llanos Negros y los Quemados. Los Parajes de Llanos Negros y Los Quemados son las cenizas volcánicas de la erupción del volcán San Antonio, de 1677. Este lugar contiene la mayor extensión en cultivo de uva malvasía de La Palma. (Islas Canarias). Es a finales del siglo XV, con la llegada de los colonizadores europeos, que reciben los campos palmeros las primeras viñas. Entre aquellas variedades vinieron ejemplares de la antiquísima malvasía. Apenas doscientos años después, la excepcional calidad de los caldos había cruzado fronteras y era celebrada tanto en las Cortes Europeas como en América. Las rutas comerciales trasatlánticas pasaban por la isla y contribuyeron a que los vinos fuesen alabados por Shakespeare, lo que revela su popularidad en Inglaterra. Más tarde ya en el siglo XIX, el poeta romántico Lord Byron también aludiría a estos vinos como uno de los néctares preferidos por los dioses. En el siglo XIX vive la viña una de sus mayores crisis en Europa; la plaga de filoxera arrasa dos tercias partes de los viñedos continentales. El relativo aislamiento de las Islas Canarias la resguarda de este desastre y permite conservar la totalidad de las variedades aclimatadas en el Archipiélago. Entre ellas, las de malvasía, por ello algunas de las cepas pueden tener una antigüedad de doscientos años. La malvasía de La Palma es un vino aromático y exuberante, elaborado de forma natural a partir de la uva que se deja sobre madurar en la planta.