DESPAMPÁNAME
Desnudas cepas en el invierno de la cercana Caldera
evocan fragancia de pinos, recuerdos de vigor añejo.
Rebusqué y esperé la primavera. Mis brotes, mis zarcillos.
En tendido o en espaldera voy bien ¡El campo es un retoñar!
Vientos de mis cumbres, lluvias del atlántico, tranquilidad,
las parras florecen. No queremos cambios en mi rededor,
ni cosquillas en alambres, ni movimientos en espalderas.
Empárrame los sarmientos nuevos, varas y la mejor flor,
tienen que crecer. ¡Paciencia, mi tiempo es decisivo! mis flores
dependen de ello. Temo esas lluvias. Prefiero mi sol palmero.
¡Despampáname! Produciré la cosecha más abundante.
Mayo mes de brotes, inflorescencias, primeros racimillos,
y botones florales. Ya cuajo. ¡Eres verde! ¡Flor... eres baya!
El Paso con buen verano y templado. Las nubes no bajaron.
Panza de burro detrás. ¡Bayas y racimos con calidad!
El segundo aclareo. Tengo el cambio de color, es ¡Mi envero!
Último mes del verano, ¡Maduración, buena graduación!
El Sol fue vital. Llegó la Vendimia, ¡racimos a los cestos!
¡Almacenado! ... ¡Fiesta de San Martín! ¡Vuelve la tradición!
Agujeren la pipa. Prueben el vino de nueva cosecha,
apañen unas castañas tostadas, vacíen el barril.
Soy Vino Palmero, agradezco la tierra de donde surgí.
¡Ay, mis colores, esencias fructuosas, estoy lleno de vida!
… ¡Invierno, cepas!, Taburiente vigilará tu renacer.
©Teguer